Los Yankees salieron bien librados de sus primeras cuatro series de la temporada

Con similitud a lo ocurrido en la postemporada de 2023, los Yankees de Nueva York pudieron obtener dividendos de visita en la ciudad de Cleveland, después de que le ganaron la primera serie de la campaña a los anfitriones Guardianes en el Progressive Field.

Tras un inicio de confrontación titubeante, cuando el lunes 10 de abril sucumbieron ante los envíos de Shane Bieber, los Bombarderos del Bronx pudieron reaccionar entre el martes y miércoles para adjudicarse de igual manera su cuarta serie de la naciente temporada de las Grandes Ligas, tras hacerlo frente a los Gigantes de San Francisco, Orioles de Baltimore, Phillies de Philadelphia y Orioles de Baltimore; para así y mejorar su récord a 8-4 y mantenerse al acecho de los enrachados Rays de Tampa en la División Este de la Liga Americana.

Los dirigidos por Aaron Boone se han visto amparados en la inesperada figura del dominicano Franchy Cordero, quien luego de haber pactado horas antes del Opening Day un contrato por apenas un año con los mulos, con su bate se ha encargado de responder a la confianza depositada sobre sus hombros y vaya de qué manera.

El patrullero quisqueyano fue uno de los artífices principales de los dos últimos triunfos frente a los Guardianes, al despachar un par de cuadrangulares en dicho periodo y cuatro en los más recientes cinco desafíos en los que actuó con el uniforme yankee.

De hecho, su comienzo ha sido tan notable, que de acuerdo con diversos portales, incluido el de MLB.com, se convirtió en el primer pelotero en los registros del histórico club en empujar 11 carreras en sus primeros siete partidos y superar de esa manera las 10 rayitas que remolcó Nick Swisher en el 2009, Robin Ventura en el 2011 y Roger Maris en 1960.

Si de proyecciones se trata, Cordero va embalado desde ya a la que sería su cosecha más fructífera desde que se convirtió en un grandeliga, por allá en 2017 con los Padres de San Diego, pues en apenas 11 partidos ya acumula la mitad de batazos de vuelta entera que registró el año pasado, cuando pegó 8 como integrante de los Medias Rojas de Boston en un total de 84 intervenciones.

Aunque señalar a Cordero como único responsable de la actuación de los neoyorquinos frente a los Guardianes resultaría un acto injusto considerando lo que fue la actuación ofensiva del venezolano Oswaldo Cabrera, que continúa ganándose la confianza de Boone gracias a su aporte en diversos aspectos del juego.

Incluso, fue Cabrera el hombre más importante del último triunfo de los Yankees, cuando en el noveno inning descifró los envíos del dominante cerrador Emmanuel Clase y conectó un sencillo que remolcó la rayita de la victoria 4 a 3. El polivalente terminó la jornada de 4-2 y también pisó el plato en una ocasión luego de aparecer como sexto en el orden al bate y defensor de la segunda base.

Tanto Cabrera como Cordero están aprovechando al máximo las oportunidades, considerando que ambos eran vistos primordialmente como jugadores con un rol secundario, pero las lesiones recientes de hombres como Harrison Bader y Josh Donaldson, les ha concedido mayor tiempo de juego y han respondido de grata manera para satisfacción no solo de Boone, sino incluso de toda la oficina ejecutiva de los Yankees.

Aunque si de hablar de buen desempeño para el transitar del equipo en las primeras de cambio, no se puede dejar pasar inadvertido lo que ha sido el trabajo del experimentado Gerrit Cole, que se ha comportado como un auténtico “as” en este comienzo.

De los ocho triunfos que se han celebrado en Nueva York, tres se los ha agenciado Cole, en el mismo número de aperturas. Es decir, se ha mostrado imbatible y también imbateable por los contrarios, con todo y que en su última salida no se exhibió tan ponchador como en sus dos previas intervenciones.

En total, Cole acumuló 19.1 innings en ese trayecto con solo tres carreras limpias permitidas, siete bases por bolas y 22 ponches para que su nombre desde ya esté inmerso entre los líderes del pitcheo del nuevo circuito.

Que el derecho de 32 años de edad haya empezado de tal manera, representa todo un motivo de regocijo para todo el cuerpo técnico de los Yankees, considerando que deberán batallar por un buen trecho sin la presencia de su otro estelar tirador como lo es el recién adquirido Carlos Rodón, que por lesión se mantiene alejado de los diamantes. Hasta el momento, su ausencia no ha pesado gracias a que otros escopeteros como el propio Néstor Cortés Jr y Clarke Schmidt han cumplido en sus respectivas tareas asignadas.

Si todo sigue marchando como hasta el momento y a ello se le suma las recuperaciones de todos los nombres importantes que se mantienen en Lista de Incapacitados, los Yankees se perfilan a otra campaña por encima de 100 victorias y con un banderín de división cuasi imposible de arrebatarles.